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Sección XVIII

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2)          Ensayo por la huella de una punta de diamante, ya sea por el método de Rockwell (medida con un comparador de cuadrante de la profundidad de la penetración de la punta), o bien, por el método Vickers (determinación con el microscopio de la dimensión de la huella obtenida). Existen otras variantes de estos procedimientos (Monotron, Shore, Knoop, etc.), así como aparatos para ensayos de metales poco duros que utilizan penetradores de acero (en el caso, por ejemplo, del método Rockwell); además, los tres procedimientos puede ejecutarlos la misma máquina.

 

3)      Ensayos por rebote, por ejemplo, mediante aparatos llamados escleroscopios o esclerógrafos, que utilizan el principio según el cual cuanto más duro es el metal, mayor es la altura del rebote de un macillo, generalmente terminado por un cono con punta de diamante, que se deja caer en la superficie de la muestra que se ensaya desde una altura determinada.

 

4)      Ensayo de dureza con el péndulo, basado en la observación de las oscilaciones de un péndulo (constituido, por ejemplo, por una masa de función en forma de arco que lleva en el medio una bola de acero) apoyado en el objeto que se ensaya.

 

C)     Ensayos de flexión.

 

1)      Por choque, de barras, con muescas o sin ellas, que descansan en dos apoyos, por choques repetidos de un aparato del tipo del martinete (martinete de choque, martinete-péndulo, etc.), en el que se utiliza la fuerza viva de un péndulo para provocar la rotura de la probeta y determinar así su resistencia.

 

2)      Por presión (de barras, en particular) o por deformación (en el caso de los muelles).

 

D)        Ensayos de embutición, aplicados en especial a los metales en hojas y que consisten en aplicar en el centro de la muestra de ensayo un punzón terminado generalmente en una bola de acero que se presiona progresivamente hasta la perforación. Se observa la aparición de la primera deformación y se mide el esfuerzo y la desviación correspondiente.

 

E)        Ensayos de plegado (para chapas, barras o alambres), de compresión o de cizallado (utilizados para las fundiciones, principalmente).

 

F)        Ensayos de fatiga de piezas sometidas no sólo a esfuerzos simples (como en los casos contemplados anteriormente), sino a esfuerzos complejos y variables. Se emplean para ello máquinas llamadas de flexión rotativa (en las que las piezas que se ensayan giran a gran velocidad), la máquinas de torsión alternada (en las que los esfuerzos cambian de sentido alternativamente) o, por ejemplo, los aparatos de funcionamiento electromagnético.

 

 

II. - MÁQUINAS Y APARATOS PARA ENSAYOS DE TEXTILES

 

      Los principales ensayos de textiles que se realizan con máquinas en esta partida consisten en:

 

1)         Ensayos de tenacidad, de alargamiento hasta el límite de rotura, de elasticidad, de resistencia a la tracción y ensayos similares (por otra parte, estos diversos ensayos pueden combinarse) de fibras elementales, o bien, de hilados, cordajes o cables o incluso de tejidos ordinarios, cinchas, correas, etc.

 

             Tales ensayos se efectúan con dinamómetros de tipos muy diversos, denominados según el principio de construcción (dinamómetros de palanca pendular, de balancín, etc.) o según el uso predominante (dinamómetros para hilados sencillos, para hilados retorcidos o cableados, para fibras de vidrio, para madejas, para tejidos, etc.) o incluso extensímetros (o extensiómetros). Algunos dinamómetros están equipados con dispositivos de bolas para ensayos de perforaciones de los tejidos.

 

2)         Ensayos para medir cambios de dimensión en los tejidos, por medida del porcentaje de alargado o encogido de una muestra de tejido al pasar del estado seco al húmedo y sometida a tensión.

 

3)         Ensayos de resistencia al desgaste, que se realizan para el examen de cualquier artículo textil expuesto al roce (sábanas, lonas, ropas de mesa, etc.) o a veces también para los propios hilos.